domingo, 27 de abril de 2014

¡Cosas de dos!

El  amor dicen es ¡cosa de dos! y creo que definitivamente que así es, el amor es reciproco, es dar y recibir, es preocuparse, alegrarse, entristecerse, enojarse, divertirse, entusiasmarse y disfrutar la vida al mismo tiempo que nuestra pareja hace lo mismo por nosotros, es abrazarse y sentir el calor que su cuerpo irradia y nos da tranquilidad, es sentir en un beso el sentimiento de paz, alegría y lujuria que nos trasmiten.

Por ello, el noviazgo es una etapa en la que se debe conocer lo mejor posible a la pareja, es un acto social que nos sirve por así decirlo, para saber con quien vamos a compartir el resto de la vida, sin embargo en ultimas fechas se toma al noviazgo como el disfrute de la pareja, sea hombre o mujer, sin tener conciencia de las consecuencias que conlleva tener una relación, ya que en muchas ocasiones se hace una codependencia de uno de los miembros de la misma, que debido a diferentes factores sociales nos hacen caer en un circulo vicioso, que implica la necesidad obligada de estar junto a esa persona que consideramos la indicada.

Entonces, no siempre la persona con la que estamos es la indicada desde el principio,  por tanto entonces como saber, que es la indicada, ¿Como darnos cuenta que estamos con la persona con la que queremos pasar el resto de la vida?.

Después de meditarlo un rato, creo podemos llegar a la conclusión, de que precisamente es la misma pregunta la que nos da la respuesta, pues cuando sabemos que la persona con la que estamos, es con la que queremos envejecer, con la que queremos vivir, con la que queremos estar para estar tristes, para pasar penurias, para estar en las inclemencias de la vida, pero al mismo tiempo para estar en los logros, las victorias, las alegrías, y los goces de la vida, es el momento en el que podemos decir, ¡Encontré mi alma gemela!

Cuando esto no es asi, cuando no existe el respeto mutuo, cuando no toleramos a la persona que esta a nuestro lado y solo queremos imponer nuestras decisiones, es mejor retirarnos a tiempo, y de forma contraria, cuando no nos respetan, cuando estamos inconformes con la forma de comportarse y no existe compromiso por escuchar y saber entender que lo que hace nos produce daño, debemos decir adiós.

Las relaciones de pareja son en muchas ocasiones incomprensibles, vemos en la calle, parejas que aparentan tanta felicidad y no sabemos que en la intimidad, pelean y no se toleran, en cambio podemos ver otras parejas que ocasionalmente discuten, y ¿Por que no? a veces muy fuerte, pero sin embargo su  lazo sentimental les hace encontrar el punto neutral que los hace madurar como pareja y reforzar su relación.

Los tropiezos en la vida, cuando los sabemos entender y percatarnos de ellos, nos hace corregir el camino, tener cuidado cuando nos encontramos enfrente de ellos, y continuar con nuestro camino, sabiendo de lo que debemos de cuidarnos. Por ello debemos aprender de los mismos, y una relación que en un principio  puede haber sido la mejor, pero termina por algún motiva nos debe enseñar y hacer madurar sobre nuestro comportamiento y sobre las expectativas que queremos de nuestra pareja, evitando volver a caer en una relación similar.

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